Fiesta de la Natividad de La Santísima Virgen
Miqueas: 5, 1-4
Mientras no dé a luz la que ha de dar a luz.
Esto dice el Señor: "De ti, Belén Efrata, pequeña
entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel, cuyos orígenes
se remontan a tiempos pasados, a los días más antiguos.
Por eso, el Señor abandonará a Israel, mientras no
dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos se
unirá a los hijos de Israel. Él se levantará para pastorear a su pueblo
con la fuerza y la majestad del Señor, su Dios. Ellos habitarán
tranquilos, porque la grandeza del que ha de nacer llenará la tierra y
él mismo será la paz".
R/. Me llenaré de alegría en el Señor.
Confío, Señor, en tu lealtad, mi corazón se alegra con tu salvación. R/.
Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho, tocaré mi música en honor del Dios altísimo. R/.
Evangelio (Mt 1,1-16.18-23)
Lectura del santo Evangelio según san Mateo. A Gloria a ti, Señor
Genealogía
de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a
Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de
Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab,
Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz,
Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David. David,
engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a
Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías
a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a
Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos
durante el destierro en Babilonia. Después del destierro en Babilonia,
Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud,
Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a
Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró
a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Cristo
vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre,
desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella,
por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo,
que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla
en secreto. Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo
en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María,
tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a
luz a un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a
su pueblo de sus pecados”. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo
que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la
virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de
Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Palabra del Señor.
A Gloria a ti, Señor Jesús.
Diálogo introductorio con Jesús
Señor, como María, quiero desde hoy ser uno que es dócil a tu Palabra y que sale de sí a servir a los hermanos que tanto necesitan de Ti. Gracias por darme la oportunidad de tener como Madre a María y de aprender de ella, gracias por su amor de Madre y por todas las bendiciones que a través de ella, nos has dado a nosotros lo que la amamos y la descubrimos como modelo de discípulo que Tú nos has llamado a tener. Gracias por todo lo bueno que me das, por ayudarme a ser cada día un mejor ser humanos. Hágase en mí según tu Palabra. Amén
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