miércoles, 31 de enero de 2018

Lecturas del Lunes de la 4ª semana del Tiempo Ordinario



Primera lectura

Lectura del segundo libro de Samuel (15,13-14.30;16,5-13a):

En aquellos días, uno llevó esta noticia a David: «Los israelitas se han puesto de parte de Absalón.»
Entonces David dijo a los cortesanos que estaban con él en Jerusalén: «¡Ea, huyamos! Que, si se presenta Absalón, no nos dejará escapar. Salgamos a toda prisa, no sea que él se adelante, nos alcance y precipite la ruina sobre nosotros, y pase a cuchillo la población.»
David subió la cuesta de los Olivos; la subió llorando, la cabeza cubierta y los pies descalzos. Y todos sus compañeros llevaban cubierta la cabeza, y subían llorando. Al llegar el rey David a Bajurín, salió de allí uno de la familia de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá, insultándolo según venía.
Y empezó a tirar piedras a David y a sus cortesanos –toda la gente y los militares iban a derecha e izquierda del rey–, y le maldecía: «¡Vete, vete, asesino, canalla! El Señor te paga la matanza de la familia de Saúl, cuyo trono has usurpado. El Señor ha entregado el reino a tu hijo Absalón, mientras tú has caído en desgracia, porque eres un asesino.»
Abisay, hijo de Seruyá, dijo al rey: «Ese perro muerto ¿se pone a maldecir a mi señor? iDéjame ir allá, y le corto la cabeza!»
Pero el rey dijo: «¡No os metáis en mis asuntos, hijos de Seruyá! Déjale que maldiga, que, si el Señor le ha mandado que maldiga a David, ¿quién va a pedirle cuentas?»
Luego dijo David a Abisay y a todos sus cortesanos: «Ya veis. Un hijo mío, salido de mis entrañas, intenta matarme, ¡y os extraña ese benjaminita! Dejadlo que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor. Quizá el Señor se fije en mi humillación y me pague con bendiciones estas maldiciones de hoy.»
David y los suyos siguieron su camino.

Palabra de Dios
 

Salmo

Sal 3,2-3.4-5.6-7

R/.
Levántate, Señor, sálvame

Señor, cuántos son mis enemigos,
cuántos se levantan contra mí;
cuántos dicen de mí:
«Ya no lo protege Dios.» R/.

Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito, invocando al Señor,
él me escucha desde su monte santo. R/.

Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor. R/.
 

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (5,1-20):

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago, en la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre, poseído de espíritu inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para domarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras.
Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó a voz en cuello: «¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes.»
Porque Jesús le estaba diciendo: «Espíritu inmundo, sal de este hombre.»
Jesús le preguntó: «¿Cómo te llamas?»
Él respondió: «Me llamo Legión, porque somos muchos.»
Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca. Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte.
Los espíritus le rogaron: «Déjanos ir y meternos en los cerdos.»
Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago. Los porquerizos echaron a correr y dieron la noticia en el pueblo y en los cortijos. Y la gente fue a ver qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país. Mientras se embarcaba, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: «Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia.»
El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.

Palabra del Señor
 

 
🌹🌹🌹LLUVIA DE ROSAS🌹🌹🌹

Lunes, 29 de Enero 2018

MUY CONTENTO CONTIGO

“Apenas entré en el confesonario, sentí que se dilataba mi alma (…)Mi alma era como un libro abierto, en el que el Padre leía mejor incluso que yo misma…Me lanzó a velas desplegadas por los mares de la confianza y del amor(…) me dijo que mis faltas no ofendían a Dios, y que como representante suyo, me decía de su parte que Dios estaba muy contento de mí…” Santa Teresita del Niño Jesús ( Manuscrito A, 80 vº)

¡Jesús está muy contento contigo!!!... Él te mira siempre con amor y ternura infinitas. Cuando acudes a pedirle perdón, te espera siempre con los brazos abiertos, para estrecharte contra su pecho, lleno de alegría…

Teresita hoy te invita a soltar para siempre los temores y agobios que a veces hay en tu corazón por culpa de tus pecados…y a “navegar a velas desplegadas por los mares de la confianza y del amor” como ella… sabiendo lo contento que está Jesús contigo!!!

🌹🌹🌹TODO ES GRACIA🌹🌹🌹

Comunidad "Santa Teresa de Jesús" de carmelitas descalzos seglares de Madrid-Plaza de España.
 
 
 
“Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia." (Marcos 5,1-20)... Alabado y glorificado seas Padre, porque no cesas de bendecir nuestra vida con toda clase de bienes espirituales y celestiales. No dejas  de latir y brotar agua de salvación tu corazón por el mundo entero y a pesar de Nuestros errores no dejas de interceder por nosotros y perdonarnos.
Hoy Padre, Sigue extendiendo tus manos en nuestra ayuda, sigue hablando con poder a las realidades de nuestra vida para que tu Gracia y tu misericordia sean nuestro refugio y nuestro escudo en las horas de tentación y prueba.
No dejes Mirar nuestros caminos Señor, y todo cuanto atravesamos para que en tu voluntad, se cambiado en bendición. Hoy, Concédeme tener actitudes sabias ante la adversidad y la contradicción. Que nunca perdamos nuestra confianza en Ti, pues Tú, nos conoces y puedes escribir en la historia de nuestra vida la grandeza de tu salvación.
Por eso Señor, síguenos encendiendo la llama de tu Espíritu Santo en nosotros y en todos los de mi casa y a los que nos diste. Que toda nuestra familia se llene de tu presencia y cuantos ya están contigo compartan tu hermosura. Que a ninguno les falte la luz de tu rostro ni mucho menos tu favor en el tiempo de la prueba. Guárdanos en tu amor Padre. Amén.
Solo expulsando las sombras El hombre recobra la paz interior, el dominio de sí mismo y su dignidad de hombre. 
Seguimos confiando. actuando y orando. Gracias Dios por Todo.
Rosy y Alejandro
Pastoral Familiar Creciendo en el Amor
 
 
 
 

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