viernes, 21 de abril de 2017

Lecturas de hoy Viernes de la Octava de Pascua


Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (4,1-12):

EN aquellos días, mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, después de que el paralítico fuese sanado, se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del templo y los saduceos, indignados de que enseñaran al pueblo y anunciaran en Jesús la resurrección de los muertos. Los apresaron y los metieron en la cárcel hasta el día siguiente, pues ya era tarde. Muchos de los que habían oído el discurso creyeron; eran unos cinco mil hombres.
Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas, junto con el sumo sacerdote Más, y con Caifás y Alejandro, y los demás que eran familia de sumos sacerdotes, Hicieron comparecer en medio de ellos a Pedro y a Juan y se pusieron a interrogarlos:
«¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho eso vosotros?».
Entonces Pedro, lleno de Espíritu Santo, les dijo:
«Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el Nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por este Nombre, se presenta este sano ante vosotros. Él es “la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular”; no hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos».

Palabra de Dios
 

Salmo

Sal 117,1-2.4.22-24.25-27a

R/.
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular


Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia. R/.

La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Éste es el día que hizo el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.

Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina. R/.
  

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (21,1-14):

EN aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:
Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
Simón Pedro les dice:
«Me voy a pescar».
Ellos contestan:
«Vamos también nosotros contigo».
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice:
«Muchachos, ¿tenéis pescado?».
Ellos contestaron:
«No».
Él les dice:
«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».
La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro:
«Es el Señor».
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque rio distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
Jesús les dice:
«Traed de los peces que acabáis de coger».
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice:
«Vamos, almorzad».
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor.
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Palabra del Señor
 
 
🌹🌹🌹LLUVIA DE ROSAS🌹🌹🌹

NO TENGAS MIEDO

“Dios me da el valor en proporción a mis sufrimientos. Creo que, de momento, no podría soportar más; pero no tengo miedo, pues si los sufrimientos aumentan, Dios aumentará al mismo tiempo mi valor.” Santa Teresita del Niño Jesús ( Últimas conversaciones, “ Cuaderno amarillo”,15.8.6)

La vida tiene muchas cruces y sufrimientos…pero a veces aumenta tanto la intensidad del dolor que nos parece que ya no vamos a poder seguir adelante, que no tenemos fuerzas…

Teresita hoy te invita a poner toda tu confianza en Jesús.Él nunca te va a fallar, pase lo que pase...¡No tengas miedo! porque El no se mueve nunca de tu lado y si le abres tu corazón,te dará  toda la fortaleza que necesites!

🌹🌹🌹TODO ES GRACIA🌹🌹🌹

 Comunidad "Santa Teresa de Jesús" de carmelitas descalzos seglares de Madrid-Plaza de España. 
 
 
VIERNES 21: ¡ECHA LAS REDES A LA DERECHA!
(Jn 21, 1-14)
Por: Nubia Celis, Verbum Dei 

Me dice Jesús: "Cuántas veces me has dicho: voy a pescar. Lo he oído muchas veces, especialmente los días que no me ves ni me sientes; aunque te he dicho que tu fe no debe depender de lo bien que te sientes conmigo, o de lo bien o mal que te resultan las cosas que haces por mí; cuando menos piensas vuelves a estar así, como Natanael, Zebedeo y los demás discípulos. Te conozco bien y sé que tu corazón es lento para confiar y abrirse totalmente a mi amor.

Te he visto bregando noches y días, esforzándote por pescar algo y aunque, has disfrutado ya de lo que es ser libre del qué dirán, vuelves a pensar que sólo si tienes las redes llenas de logros y seguridades serás valorado y querido. Mientras tú emprendes cada día tus carreras y afanes, mientras llenas tu agenda de actividades y estiras las horas del reloj, yo te espero aquí, en la orilla, soñando con hacerte un pescador de hombres.

Ven, siéntate a mi lado y deja que te lo pregunte de nuevo: ¿has pescado algo? ¿Qué has recogido en tus redes durante todos estos años? ¿Hay algo más que te pueda dar? Busca y dime si aún hay sueños que quieres alcanzar. Solo te diré que tienes que echar las redes a la derecha porque sé que tu corazón es como una red que no se acaba de llenar; a veces han caído en ella algunos pececillos, otras, solo latas viejas y la mejor de las veces, algunos peces grandes que no acaban de llenarlas del todo".

Y yo le digo: "Señor: cuando mis redes se vacían y se me acaban las fuerzas para seguir remando, vuelves a aparecer diciéndome que lo intente de nuevo; me miras con la mismísima confianza y ternura de la primera vez, como si no te hubiera negado y me saturas con detalles que conquisten de nuevo mi corazón. Tomas el pan y lo repartes entre nosotros, me vuelves a incluir en tu grupo de amigos más íntimos. Te pido, no dejes que mis redes se queden vacías, ayúdame a ser fiel a mi vocación de pescador/a; mi vida sería un absurdo si no cumpliera la misión para la que me has enviado. Dime, ¿en qué se concreta para mí echar las redes otra vez? ¿Cómo ves mis redes? ¿Y dónde quieres que las eche para pescar?

Que no me acostumbre a trabajar para ti, que la rutina no me robe la pasión y la aventura de navegar por otros mares; que el miedo o la cobardía no me instalen donde me siento más o menos seguro. El pescador debe madrugar, hacerse a la mar y tirar la red con fuerza una y otra vez. Dame, Señor la valentía y la creatividad para ponerme en camino a pesar de los fracasos y la pereza de tener que salir de mí".

Él me responde:"Sólo el amor hará que perseveres hasta el final, no quieras llenar las redes solo con tus fuerzas como si se tratara de una batalla que solo tú debes ganar.Yo estoy contigo, yo soy barca, tu remo, tu mar y la voz que te dirá hacia dónde echar tus redes; créeme, escucha y obedece".

Pastoral Creciendo en el Amor
 
 
 

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